¿Cuáles son las características que tomas en cuenta para considerar como innovadora alguna propuesta?
Muchas veces las situaciones o condiciones de un proyecto provocan la innovación: restricciones en la obra, presupuesto, tiempo, alcance. Esas situaciones resultan en soluciones diferentes y únicas, pero para cada proyecto. Y reitero: cuando consideramos ante cada problema de diseño cuál es la prioridad, el usuario, la tarea o la percepción del espacio, y diseñamos soluciones de acuerdo a la prioridad seleccionada, el resultado será siempre único.
¿Cómo se logra el balance entre luz, diseño e innovación?
No siempre debe haber un balance. El uso de la luz implica un diseño o manera creativa de resolver un problema. Y si la luz y la arquitectura son una, la tecnología sirve a ese propósito. Cuando el arquitecto tiene control total y comprensión de sus herramientas, como la luz, el resultado es un tentador juego de luz y sombra que es capaz de moverte por el espacio.
¿Qué te apasiona del mundo de la luz?
Para mí la luz es la cuarta dimensión, revela y modela el espacio. Al revelarlo, tienes la habilidad de manipular cómo uno se siente en el espacio, desde prolongar una sobremesa en un restaurante, hasta provocar interacciones casuales en un espacio comercial o dictar el recorrido a través de un espacio.