Una de las obras arquitectónicas más impresionantes que se han construido en los últimos años alrededor del mundo es el nuevo museo en Doha, en el medio Oriente. Sin duda alguna, auxilia a que una identidad catari tome forma, ¡y qué forma!
Obra firmada por el reconocido y multipremiado arquitecto francés Jean Nouvel, el nuevo Museo Nacional de Catar viene a confirmar que todo el boom de darle una nueva cara a esta parte del mundo comenzó en Doha. Aquel pueblo que en los 60 pareciera poco trascendente es hoy por hoy una verdadera capital mundial. Al menos así lo confirman varias de las obras arquitectónicas icono que se han construido en los últimos años. Catar es una nación joven en el Golfo Pérsico, una península rodeada de agua donde el desierto se adentra en el mar y eso permite inspirar proyectos realmente espectaculares. En palabras del prestigiado autor de esta obra: “¿Qué podría ser más natural, entonces, que el deseo de testificar, hablar sobre la identidad en evolución de este país, tal como se revela en el papel sensible de la historia? ¿Y qué podría ser más lógico que dar una expresión concreta a este proceso de identificación en un Museo Nacional que relacionará la geografía física, humana y económica del país, junto con su historia?”, ha comentado sobre el papel simbólico que representa esta nueva obra inaugurada recientemente.
Se encuentra en la entrada sur de la ciudad, la puerta urbana más transitada, ya que también recibe a los visitantes que llegan y se trasladan desde el aeropuerto. Todo un reto tecnológico y este sitio es una prueba patente de cuán intensa es esta energía. Por supuesto, el propósito principal es que sea el hogar permanente de los objetos geológicos y arqueológicos tradicionales, vestigios históricos, que son parte intrínseca de la historia de la región. Por supuesto, también se pueden encontrar las tiendas de campaña, las monturas y los platos que dan testimonio de la vida nómada de esos años cuando inicia la población humana de estas tierras, además de utensilios de pescadores, botes y redes. Todo en este museo, afirma Jean Nouvel, “trabaja para que el visitante sienta el desierto y el mar. La arquitectura y estructura del museo simbolizan los misterios de las concreciones y cristalizaciones del desierto, sugiriendo el patrón entrelazado de los pétalos en forma de cuchillas de la rosa del desierto”. Y ha sido construido con las herramientas de construcción más modernas: acero, vidrio y fibra de hormigón. Es un edificio que lo tiene todo: no agrede visualmente su alrededor y tiene una relación directa con el espacio de origen, por medio de un diseño que hace referencia a un símbolo del desierto y construido con tecnología de punta para lograr la unión dinámica y precisa de los 539 discos de hormigón, de entre 14 y 87 metros de diámetro.
El nuevo Museo Nacional de Catar cuenta con amplias galerías de exhibición permanente, salas para exposiciones temporales, un auditorio de 220 asientos, otro foro de 70 asientos, dos cafés, un restaurante, boutique, centro de información, laboratorios de conservación, bodegas que resguardan la colección, oficina y un parque público. En total, un área construida de casi 30,000 m². ¡Qué extraordinario ejemplo de la arquitectura actual!
