Diseñada por Lorenza Bozzoli, esta lámpara de suspensión nació para romper el molde y proyectar luces que embellecen no solo un espacio, sino el interior de cualquiera que se presuma esteta.
Cuando una lámpara puede generar tal belleza a la vista, merece todos los reconocimientos habidos y repensar los conceptos. Siguiendo con la más pura tradición de Slamp, de hecho a mano en Italia, siempre privilegiando los mejores materiales y la tecnología de última generación, cada pieza de esta casa tiene el carácter de única, así como la configuración etérea de La Lollona, pues donde se elija colocar, simplemente será el centro visual y de diseño del que partirá todo lo demás.
Rompiendo paradigmas
Lo iconoclasta es un rompimiento formal de lo establecido y este colgante cumple la acepción. Sin ser una lámpara araña aburrida, lleva en su espíritu la forma, pero con sus materiales, formas y luz, recrea totalmente el concepto de un candelabro que moderniza y dota de atemporalidad. Todo un privilegio de la vista. Sin duda.
Como cada producto Slamp, esta luminaria tiene el carácter único y reconocible de cada una de las lámparas signadas y se crea usando tecnopolímeros nobles e irrompibles, que permiten elaborar formas, decoraciones y efectos que sería imposible recrear con otros materiales. Como en una maison de alta costura, la creación de las lámparas de Slamp requiere un preciso ritual, que mediante un sistema de cortes en frío, encastres y pliegues realizados a mano transforma una hoja plana en un volumen tridimensional.
La Lollo y la Lollona, llamadas así en honor a los maravillosos años 50, despiertan en el imaginario una historia de divas y reflectores. Variaciones cromáticas, metalizados, puntillas y diseños geométricos decoran los espacios interiores con la misma versatilidad con la que una joya adorna el cuerpo de una mujer. La Lollona 5 alcanza los 130 cm de diámetro con un total de 132 cilindros realizados con los tecnopolímeros únicos y exclusivos de Slamp. Embalaje extraplano y peso máximo de tan solo 30 k; fácil de instalar y, sin duda, un verdadero privilegio de la vista.