Marketing lumínico: color y luz, las claves
En un mundo tan competitivo, posicionar un producto o servicio en el gusto de los consumidores es clave para las estrategias de negocio de cualquier empresa. Por tanto, cada día más expertos en iluminación son llamados a las áreas de marketing y, con ello, surge el marketing lumínico. Este se caracteriza por el uso controlado de la luz y el color a fin de generar experiencias que favorezcan la compra, especialmente en las tiendas, grandes almacenes, escaparates y puntos de exhibición, como stands. De acuerdo con los expertos, dos son los elementos que integran el marketing lumínico: luz y color. De esta manera, una combinación balanceada de ambos servirá para llamar la atención y resaltar tanto el espacio de exhibición, como los productos. Además, a fin de conseguir un efecto positivo con el marketing lumínico, los productos o servicios tienen que brillar con luz propia. Es decir, hay que resaltar sus cualidades de la mano de una iluminación ideal, especialmente en los escaparates o tiendas donde se exhiben y, con ello, captar la atención del consumidor.
Beneficios de una adecuada iluminación
• El tono de luz ideal genera una sensación positiva en el comprador que permanece más tiempo en la tienda y por tanto aumenta la posibilidad de compra.
• A la hora de elegir un producto, la luz mejora la percepción del comprador. Incluso, éste está dispuesto a pagar más por un producto cuyo aspecto sea mejor.
• La mayoría de los consumidores no son conscientes de las diferencias en la iluminación, pero sí de las diferencias en la percepción ya sea positiva o negativa.
• La iluminación no solo afecta a los productos, también a la percepción del espacio creando atmósferas más confortables, brillantes y con una imagen inmejorable.
Colores y emociones
Con el objetivo de conseguir un exitoso proceso de compra no es necesario apelar a la razón, sino a la emoción del comprador. Es decir, el vínculo emocional es mucho más fuerte y estable en el tiempo. Incluso, es el responsable de la fidelidad del cliente. En este sentido, una encuesta de Color Marketing Group advierte que 85% de los compradores creen que el color es uno de los factores principales en la adquisición de un producto. Los colores son claves para generar emociones y favorecer la compra, puesto que impulsan ciertas sensaciones que pueden conectar con la mente de los consumidores. De esta manera se sabe que, por ejemplo, el azul denota confianza y resulta muy útil en el caso de las empresas de servicios en general. Por su parte, el color negro indica elegancia, prestigio, incluso exclusividad. Con respecto al rojo, está vinculado con la pasión y el amor. El verde significa naturaleza, por lo que suele utilizarse en productos o servicios sustentables.
Despertar sensaciones
En torno a la luz existen variadas opciones que permiten crear el ambiente idóneo a fin de impulsar la compra. De esta manera, la luz cálida y la fría se emplean a fin de despertar sensaciones puntuales en los consumidores. Otras variantes se relacionan con la forma de dirigir la luminosidad: directa, semidirecta, indirecta y difusa, entre otras. De esta manera, el marketing lumínico se caracteriza por tener diversos tipos de luces y colores, modificar la intensidad de la iluminación, dirigir los tonos de las luces e integrar esta conceptualización con el entorno ambiental, con el apoyo de filtros y espejos, para dar mayor juego a los efectos buscados.
Así, el marketing lumínico es un recurso que consigue resaltar ciertos elementos del producto para llamar la atención e influir en el ánimo de los compradores o futuros compradores de forma directa. Incluso, cuando el producto se exhibe en una tienda, es clave que su espacio esté iluminado con el color de la luz ideal y con una intensidad adecuada. Se requiere, además, contar con las posiciones en que se va a ubicar para dirigir la luz de manera precisa en los diversos espacios. De este modo se obtiene claridad en las columnas, puertas, ventanas y espejos para dejar pasar la luz artificial y reflejarla; o bien, hacer uso de la luz natural.
Personalizar productos y espacios
Cada vez con mayor frecuencia, los expertos en marketing lumínico se conducen bajo el concepto de personalización. Es decir, hacer creer que el producto se ha diseñado para tal o cual persona o grupo social. Lo mismo ocurre con los espacios que ahora son creados para un determinado sector y la luz ayuda, justo, a darle esa personalización. Bajo este panorama, el mundo de la iluminación especialmente la que está relacionada con la decoración y el interiorismo está creando espacios personalizados gracias a los proyectos lumínicos que mejoran la experiencia. Por ejemplo, por la mañana, un mismo sitio puede brindar confort y generar calma gracias a las proyecciones de luces claras; sin embargo, por la noche, esos tonos dicen adiós para dar la bienvenida a colores intensos, como los rojizos, que generan un ambiente de diversión, alegría extrema y momentos para tornarse locuaces.
Beneficios del marketing lumínico
Su aplicación crea atmósferas ambientales donde el producto vive a la perfección. Entre sus beneficios destacan:
- Enfatizar las cualidades a fin de atraer a los consumidores hacia lo que se quiere mostrar de la marca. Se fija el foco en las novedades o tendencias que una firma quiere destacar dentro de sus nuevas colecciones o productos.
- Captar las miradas. La luz sirve para atraer la atención de los consumidores hacia los productos; incluso, una buena iluminación propicia que decida entrar a una tienda.
- Aportar toques diferentes. La iluminación dentro de un local destaca zonas precisas donde deberán ubicarse los productos que podrían pasar inadvertidos por sí mismos. La luz les aporta un toque diferente y, por tanto, se consigue incrementar sus ventas.
- Llamar la atención. Cuando se colocan luces que cambian de color llaman mucho la atención. Esto puede guiar a los clientes por la tienda y conseguir que vivan una experiencia de compra excelente; por ello, este tipo de marketing debe iniciar desde la puerta.
- Personalizar. Los diversos productos o servicios pueden personalizarse gracias al uso de colores específicos para cierto sector de la población.
