La iluminación en la arquitectura religiosa

La iluminación en la arquitectura religiosa

Sin importar la religión, la luz se ha utilizado con mucha frecuencia en los espacios arquitectónicos de diversos templos, sinagogas, iglesias, monasterios, catedrales, capillas o mezquitas, con el objetivo de crear un sentido de espiritualidad. Este influye en los estados emocionales de sus ocupantes. De esta manera, la luz se transforma en una experiencia de lo divino y esto, a su vez, genera una sensación de paz, amor, felicidad. Incluso, favorece un sentido de unidad con la Tierra y, por supuesto, con el más allá: el universo.

La luz como divinidad

La iluminación es asumida como símbolo de la revelación de un ser supremo y de su presencia aquí y ahora. De esta manera, la luz solar, los vitrales, las velas y candiles se han empleado para fortalecer la fe y el simbolismo de las figuras religiosas que, incluso, han moldeado la arquitectura religiosa en espacios sagrados. Por ello, la luz, el brillo y el resplandor se han transformado en un diálogo constante que da paso a la fe en el mundo de la teología. 

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Símbolo de pureza

Por otro lado, en un ámbito espiritual, la luz es símbolo de sabiduría, bondad y pureza. De esta manera, el dinamismo de la luz en los lugares de culto es capaz de elevar la mente humana más allá de las limitaciones materiales. Es por eso que la arquitectura sagrada asume, a menudo, facetas de misticismo y santidad. Si bien las religiones de todo el mundo veneran la luz como un símbolo divino, su conceptualización varía de acuerdo con las prácticas culturales y las metáforas espirituales. Sin embargo, desde que comenzaron a erigirse templos religiosos, se planificaron de modo que la luz entrara inicialmente a través de techos, cúpulas y paredes, como una forma de simbolizar al ser todopoderoso desde lo alto, desde la cima. Incluso, algunas religiones han adoptado el uso de vitrales para alterar el rango cromático de la luz natural.

Unión entre lo sagrado y lo terrenal

De esta manera, la luz en la religión es un símbolo de la revelación de un ser supremo que vincula a los creyentes con la trascendencia más allá de un plano terrenal. Es decir, la luz puede ser una manifestación propia de este ser todopoderoso, de allí que la oscuridad, las sombras, las tinieblas  y la negrura se asocien con el mal, las entidades demoniacas, el infierno y el inframundo. De esta manera, la oscuridad también juega un papel esencial en la arquitectura religiosa, puesto que solo se ilumina aquello que es divino y celestial. En contraste, la oscuridad está presente ante la ausencia de luz. Es decir, la ausencia de la vida eterna.

Del estilo romántico al gótico

Así, la arquitectura religiosa tiene diversos estilos, como el romántico, caracterizado por la solidez en la construcción, con muros anchos a fin de resistir la fuerza de la estructura, uso del arco de medio punto y de la bóveda de medio cañón. En consecuencia, hay muy poca luz interior en las iglesias. Por su parte, el estilo gótico tiene su origen en el siglo XII, en Francia, donde se construyó el primer edificio con arcos ojivales en toda la longitud de la nave principal; así como bóvedas de crucería, vitrales y rosetones como ornamento tanto en el exterior como en el interior. Las iglesias de este estilo tienen mucha luz en comparación con el estilo romántico. 

Luz y arquitectura

Estilo renacentista

Se caracterizó por centrarse en el orden y en la perfección de la belleza natural. Las iglesias solían tener una planta simétrica con detalles rectilíneos o cuadrados. Por otra parte, el estilo barroco inició en Italia, donde el papa y otros gobernantes comenzaron construcciones con ese estilo, extendiéndose enseguida por el resto de Europa y América del Sur. Si bien en cada país el estilo adquirió diferencias, de forma general se caracteriza por grandes cúpulas y una decoración protagonista que puede caer en la extravagancia y suntuosidad. Se emplean todo tipo de elementos arquitectónicos y/o decorativos para conseguir una sensación de movimiento o dinamismo. Por ello, se utilizan paredes curvas, techos abovedados, nichos, arcos, esculturas, relieves y mucho más.

El minimalismo arquitectónico 

En la actualidad, las iglesias tienen una arquitectura minimalista, sencilla y llena de simplicidad. Algunos templos están elaborados con madera, techos altos y cristales, con pocos símbolos o motivos religiosos. En ellos, la luz suele tener un papel central en el misticismo de la arquitectura religiosa. En la actualidad, los espacios arquitectónicos de culto religioso también hacen uso de la luz del sol y de la electricidad hacia su interior con formas bellas, originales y simples. Así, la luz tiene una relación intrínseca con la arquitectura, especialmente la religiosa, que además de servir como una herramienta para iluminar el mundo que habita el ser humano, también influye directamente en la percepción del mismo, especialmente cuando se habla de teología.

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