Dynamic architectural lighting, ¿de qué se trata?

Dynamic architectural lighting, ¿de qué se trata?

Con la finalidad de desarrollar proyectos arquitectónicos creativos, llamativos y adaptables, cada día más expertos en urbanismo e iluminación hacen uso de la dynamic architectural lighting o iluminación arquitectónica dinámica, que tiene como característica esencial el uso de la luz dinámica en beneficio de las personas. Es decir, la iluminación cambia constantemente durante las 24 horas del día, adaptándose en temperatura, color e intensidad.

Afecta los sentidos

De esta manera, la dynamic architectural lighting se modifica a medida que cambia el entorno. Por ello, en la actualidad todo sistema de iluminación deberá estar sustentando en una luz en movimiento, tal y como lo hace la luz natural. Incluso, para algunos arquitectos esta clase de luz puede ser interactiva, aunque en otros casos no es necesario, depende del proyecto arquitectónico. Lo que sí queda claro es que la dynamic architectural lighting afecta todos los sentidos y, por tanto, cambia la vida de las personas. Por ello, ante cualquier obra de arquitectura es importante que se planifique, desde el inicio, el ejercicio de una luz dinámica, y no se pretenda implementarla como un elemento al finalizar. Por el contrario, debiera ser parte esencial del proyecto desde el principio.

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Luz dinámica vs. luz estática

En los proyectos arquitectónicos tradicionales la luz es inmóvil: se fijan luminarias que simplemente se encienden y apagan a determinadas horas del día, especialmente en la noche cuando oscurece. En algunos casos, la intensidad de la luz varía o bien los colores, pero no más. No obstante, los arquitectos y otros expertos en el manejo de la luz notaron que las personas y otros seres vivos reaccionan a las fases de la luz natural: amanecer, atardecer y anochecer. A partir de allí cambiaron la forma de iluminar sus desarrollos arquitectónicos. En principio, dejaron atrás la idea de una luz estática, fija e inamovible y comenzaron a crear luz dinámica y en movimiento. Tras ello, observaron importantes beneficios bioquímicos en las personas. También estudiaron los ciclos circadianos que se caracterizan por los cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el humano y otros seres vivos en un lapso de 24 horas.

Iluminación centrada en las personas

La luz centrada en las personas (human centric ligthting) marca el ritmo natural del día y la noche: cuando amanece, las personas comienzan a activarse y a estar alertas. Desde ese momento responden a un ritmo cardiaco adecuado para el trabajo; incluso hay mayor concentración, se estimulan las hormonas y se conduce a un bienestar biológico de forma general. En contraste, con la llegada de la noche y el oscurecimiento, el ritmo del cuerpo comienza a disminuir preparándose para descansar y recuperarse de las actividades del día. El día se hizo para trabajar y la noche, para descansar.

Emula la luz natural

Todos esos beneficios fueron observados por los estudiosos del impacto de la luz en la vida de las personas y a partir de allí, la luz artificial comenzó a volverse dinámica para imitar a la luz natural. De esta manera, comenzaron a iluminarse espacios con la luz centrada en las personas; en consecuencia, este tipo de iluminación se enfocó en su bienestar, con el propósito de influir positivamente en su estado de ánimo al tiempo de mejorar la estética de los espacios urbanos.

Arquitectura con luz dinámica

Edificios, escuelas, hogares y espacios públicos, entre otras zonas arquitectónicas, han sido intervenidas a fin de darles variaciones en enfoques, intensidad, luminosidad, color y temperatura. De esta manera, la iluminación ya no es plana y estática; por el contrario, se torna brillantemente activa. Con ello, los arquitectos buscan que los espacios brinden beneficios orgánicos en cuanto al ciclo de iluminación natural, puesto que todas las personas, incluso los animales (tanto nocturnos como diurnos), están acostumbrados y, por tanto, les permiten adaptar sus actividades a la luz de forma más innata.

Importantes beneficios

Con estos conocimientos se impulsa que los proyectos se adecuen al ciclo de luz natural de las personas, y no al revés. Por tanto, los espacios oscuros, grises y tristes están en desuso, puesto que generan desequilibrio, apatía y fatiga para realizar las actividades diarias. Lo de hoy es que las luminarias tengan flexibilidad, adaptabilidad, durabilidad y eficiencia energética para brindar una luz cargada de energía durante el día y menos activa por la noche. Así, la dynamic architectural lighting no es una tendencia pasajera, sino una regla arquitectónica que cada día más empresas aplican; de ahí la importancia de conocerla, adaptarla a los proyectos y establecerla, puesto que los beneficios son muy importantes y cada día más personas buscan espacios urbanísticos que brinden más allá de un techo. Las personas quieren vivir con mejor calidad de vida.

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