El abecé de la temperatura del color

El abecé de la temperatura de color

La temperatura de color es una expresión que utilizan los expertos en iluminación para describir la apariencia de la luz proporcionada por un foco. ¿Por qué es importante conocerla? Debido a que los espacios se perciben distintos y ello tiene un impacto en el comportamiento humano. Es decir las diferentes habitaciones de tu casa tienen diversos estados de ánimo. Por ejemplo, en una cocina es preferible utilizar una luz con temperatura templada a fin de brindar una sensación de frescura. En contraste, en la sala es ideal seleccionar una luz cálida que ayude a la familia a relajarse.

La temperatura de color no solo afecta los espacios privados, sino también los públicos. Por ello, trabajar desde casa puede ser sencillo y relajante; sin embargo, un número importante de trabajadores prefieren laborar bajo las duras luces de una oficina para concentrarse más. No obstante, todos estos ambientes laborales pueden replicarse en casa con la temperatura de color adecuada. Así, es posible diversificar la iluminación en los espacios en caso de que quiera trabajar por las noches y aún así relajarse después; o bien, relajarse a determinada hora y trabajar por las noches. Y es que se puede aumentar la serotonina, sustancia química que el cerebro produce de forma natural, para que las células nerviosas y el cerebro funcionen con luces que simulen la luz del sol, momento en que las personas rinden al máximo.

¿Cómo elegirla?

Es importante conocer que cuando se habla de temperatura de color significa la calidez o frialdad de la luz. Es decir, la luz más cálida es más amarilla; en contraste, la luz más fría es más azul. La temperatura de color se mide con la escala Kelvin (K) y ello facilitará la elección de la iluminación a fin de crear una atmósfera con el aspecto y la sensación que se desea. Esta es una escala de temperatura científica utilizada para medir la temperatura exacta de los objetos. Por ejemplo, si calientas una pieza de carbón a 3200 grados, brillará en color naranja. Si esa misma pieza se calienta a 4800 grados brillará con un color verdoso, pero si se lleva 5600 grados K comenzará a verse con tonalidades azules. De esta manera, las temperaturas de color más bajas (entre los 2000K y 3000K) indican colores más cálidos de naranja y amarillo, y las temperaturas de color más altas (entre los 4000K y 6000K) indican colores más fríos como el azul y el blanco.

Las sugerencias

2200-2700K: Es la gama más cálida con luces más suaves. Estos son ideales para momentos de relajación y entretenimiento. Se sugiere colocarlos en mesillas de noche, cabeceras y luces indirectas, entre otros espacios.

2700-3500K: Integra la gama del blanco cálido están integradas por luces suaves que invitan a la relajación. Suele utilizarse en recámaras y zonas de convivencia.

4000-4500K: Comprende la gama blanca o neutra que ofrece el equilibrio entre la luz cálida y la fría. Esta unión consigue una luz blanca muy natural que no altera la vista. Es indicada para cocinas o áreas de estudio.

5000-6500k: Es el blanco frío, el color que busca imitar la luz del día. Es importante para su uso en oficinas, espacios comerciales o industriales y cuartos de baño, puesto que se requiere alta visibilidad a detalle.

Las paredes también cuentan

A fin de seleccionar correctamente la temperatura de color, es importante también observar los tonos y los colores de las paredes, piso, techo, incluso de los muebles. Por ejemplo, si el área a iluminar utiliza colores fríos, como negros, grises, azules, verdes y blancos nítidos, es preferible elegir una temperatura de color fría que tenga el rango entre 3000K o 3500K. En cambio, si el lugar está lleno de materiales naturales, como pisos y muebles de madera, alfombras tejidas y telas en tonos marrones, tostados, rojos, naranjas, los focos led blancos y más cálidos son una buena opción.

Una luz con varias temperaturas

En el mercado mundial existen diversas opciones de lámparas y fuentes de luz que pueden ser regulables. Esto significa que se ajustan a la temperatura de color que se busque en determinado momento. Estos productos ofrecen un color variable para adaptarse a diferentes momentos del día, o bien a las necesidades específicas de cada usuario. Los fabricantes de luminarias constantemente ofrecen soluciones con diferentes opciones de temperaturas de color para un mismo producto. De esta manera, pueden combinarse varias a fin de encontrar el confort visual favorito. Es importante tomarse el tiempo para revisar qué tipo de lugar quiere iluminarse y acercarse a los expertos en luz para tener las mejores recomendaciones para los espacios.

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