Laverd es una lámpara de araña y por su diseño podemos decir que es la inspiración o versión lumínica de la rueda. Esa forma básica que permite el traslado de un lado a otro. Al imaginarla como una rueda estilizada, el candelabro brilla tanto en entornos domésticos como comerciales y, sin duda, de hospitalidad. No hay espacio donde no asuma el rol protagónico de la decoración, y es fácil elegir los muebles o accesorios que la complementen. Estiluz apuesta por la modernidad en el diseño, pero también por la precisión y practicidad.
Luz en doble sentido
Su versátil diseño permite que las lámparas cilíndricas que la componen puedan proyectar luz hacia arriba y hacia abajo. De este modo ofrece una iluminación en doble sentido que genera un ambiente por demás inusual y muy acogedor. Un elemento central dinámico suspendido de cables de acero permite la creación de diferentes formas, al conectar y combinar candelabros de dos diámetros diferentes. Al integrar los dos tamaños disponibles se obtiene una pieza única. Adicionalmente Estiluz ofrece piezas personalizadas, según las necesidades lumínicas del espacio; tanto en acabados como en tamaño.
Lo hizo bien
Diseñada por Zachi Jacobovich, está disponible en dos acabados: negro y dorado. La fuente de luz led es regulable. Jacobovich es un joven diseñador que desde pequeño se apasionó por la iluminación y pasaba las horas en la fábrica de iluminación de su abuelo en Jerusalem. Está convencido de que la iluminación adecuada no debe pasar inadvertida. “Cuando entras a un nuevo espacio y la iluminación capta tu atención de inmediato, significa que alguien lo hizo bien”, refiere. Tras graduarse de la universidad, ha estado inmerso en nuevos proyectos que precisan un nuevo accesorio de iluminación, por lo que ha estado creando y desarrollando nuevas piezas constantemente.
Brilla un nuevo talento
Asentada en Barcelona, la tradición es parte de la cadena de valor de Estiluz a lo largo de 50 años de historia. Ganadora de premios, la firma también brinda oportunidad a los diseñadores emergentes y permite que su talento brille. En este caso no podía ser más literal: el brillo de su autor se refleja en la luz de un hermoso candelabro.