Dome y Domita de Bover son la manifestación de que la luz es tan importante, que cualquier cambio en el diseño de una lámpara puede alterar el concepto formal de todo el proyecto. En Dome y Domita, la luz domina el diseño de la pieza porque no se restringe a ella; la trasciende. Es una escultura de luz diseñada para recibir y emitir una luz delicada. De este modo se crea un juego de sombras y matices que enriquecen el espacio.
El diseño, el arte y la luz en la arquitectura han estado ligadas desde hace mucho tiempo. Tienen un lazo ineludible que los une. Quizá por esta razón Dome y Domita han dejado de ser un objeto que ilumina para convertirse en una escultura de luz que confiere una personalidad especial a la propia lámpara, a su diseño y al ambiente.
De maqueta a lámpara
De la habilidad creativa y creadora de Benedetta Tagliabue y Joana Bover, Dome y Domita nacen a partir de una maqueta que se encontraba en el estudio de Bover. Benedetta, una arquitecta que trabaja con edificios de grandes dimensiones, y Joana, una diseñadora que conoce bien las posibilidades de la luz, hicieron sinergia. Tras muchas ideas y largas horas de bosquejos, un día Joana planteó de buenas a primeras: “¿Por qué no transformamos esta maqueta en una lámpara?”. Y ese hermoso modelo de papel que ella había diseñado cobró vida. Ese modelo incluía elementos que a Benedetta siempre le habían atraído: la forma de cúpula y los materiales naturales.
Reinterpretación de la luz
“Desarrollar este proyecto con Benedetta nos ha permitido reflexionar sobre el arte de la iluminación; sobre cómo reinterpretar la luz y sobre la creación de productos con un enfoque más artístico y un aspecto menos industrial. También nos ha permitido hacer lo que realmente nos gusta. Desde el comienzo de la creación de Dome, supimos que debíamos expandir la colección con versiones más pequeñas que nos permitieran crear espacios más claros. Bajo esta premisa nacieron las Domitas. Estas lámparas están elaboradas con finos listones de madera que convergen entre sí, formando una pequeña cúpula que contiene la fuente de luz led en el interior”, explica Joana Bover.
Domita ya en versión mesa
Domita fue concebida como elemento individual, como un objeto tan cuidadosamente diseñado que es casi una escultura. Una escultura puede parecer más o menos estática según la luz recibida. Apagada, es una hermoso objeto que aporta un detalle de distinción al espacio, pero al encenderse y dominar la luz se convierte en una escultura lumínica. Al combinarse cuatro piezas es posible construir una lámpara de gran formato.
Como un gran rompecabezas
Construidas pieza por pieza de manera artesanal, cada uno de los 170 fragmentos que componen la Dome (el apodo del hijo de Benedetta, a quien está dedicada la lámpara) son entrelazados y unidos como si se tratara de un gran rompecabezas. El resultado es asombroso, porque cada pieza debe encajar a la perfección. Esa perfección que llevó a la lámpara de Bover obtener el premio Archiproducts Design en 2016 como el mejor objeto de su categoría.