Christophe Mathieu: creador de bellos íconos

Es uno de los diseñadores veteranos de Marset y Bover. A su talento sin par se deben originales, divertidas y exitosas piezas de iluminación como Discocó, La Flaca, Bicoca, Piola, Tibeta, Drop, Bó, Alba… Tan distintas entre sí, que no parecería que fueran todas de su autoría, así de creativo es. Su genio se extiende al diseño de cubertería caracterizado por una elegancia minimalista y refinada. 

Talento internacional 

Criado en Tenerife, Christophe Mathieu tiene raíces belgas por parte de su padre, de ahí su nombre; si bien nació en Hamburgo, Alemania, en 1961. En Canarias, creció junto al mar y rodeado de dibujos y maquetas realizados por su padre arquitecto. A los 8 años, le encantaba visitar la carpintería cercana a su casa y recoger los restos de madera para crear algo con las manos. También disfrutaba acompañar a su abuelo Petrus a pintar paisajes al óleo.

Creció en Tenerife

Trabajaba al lado de su padre en el despacho de arquitectura al tiempo que estudiaba en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, de Santa Cruz de Tenerife. Cuando la isla le quedó pequeña, Christophe Mathieu se mudó a Barcelona, en 1984. En el verano del año siguiente, tuvo la oportunidad de colaborar en el Nitz Studio, Prash, Sigl Arquitekten. Curiosamente, la misma oficina donde su padre había trabajado 25 años antes. Tras obtener su diploma en diseño de interiores en la Escuela Llotja, volvió a Tenerife donde comenzó a diseñar sus primeros muebles.

Milán, un parteaguas

Colección Bicoca.

Con ansias de cambio, viajó a Milán, la meca del diseño, donde conoció a Marco Zanuso Jr., una gran influencia en su vida. A su lado descubrió el diseño industrial y desarrolló productos para empresas como De Padova, Menphis y Driade. Luego de tres años, Christophe Mathieu volvió a Barcelona. Necesitaba vivir en un lugar donde existiera cierto interés y preocupación por la cultura y la industria dedicada al diseño. Tras colaborar con reconocidos arquitectos y diseñadores, inauguró su propio despacho en el 2000.

También docente

Lámpara de mesa Bó.

Desde entonces, Christophe Mathieu se ha enfocado por completo al diseño industrial. Ha realizado proyectos de interiorismo, desarrollo de piezas de iluminación y mobiliario. También ha participado en exposiciones, impartido conferencias y trabajado como docente. Desde 1992 enseña en la Escuela Elisava e imparte una maestría en Diseño de Mobiliario. En 2008, diseño la lámpara de suspensión Discocó, para Marset, que se volvió instantáneamente icónica. 

Referente de la iluminación

Drip + Drop 24.

Rápidamente se convirtió en una luminaria muy querida y popular. Incluso se volvió un producto de referencia y protagónico en la escena del diseño de iluminación internacional. A 10 años de su creación, la lámpara de suspensión fue reeditada en acabado de roble. Con sus nuevos discos de madera, persiste el dramático juego de luces y sombras, y arroja una luz cálida y acogedora a las habitaciones.

Encuentra productos Marset en Diez Company Shop.

 

Scroll al inicio