Omer Arbel: la experimentación de materiales guía su camino hacia la luz

Desde que en 2005 Omer Arbel abrió las puertas de Bocci, ha presentado innumerable colecciones de objetos de iluminación y decoración que han causado impacto instantáneo y han abierto rutas en la experimentación de materiales. No podía ser de otra forma, porque, desde la perspectiva del diseñador, el material es el que define al objeto, no al revés. 

Diseñador, escultor y arquitecto

“La forma no nace de la imaginación del autor, sino de la experimentación analógica con el material”, ha declarado el creativo cuya actividad oscila entre los campos de la arquitectura, la escultura y el diseño. Cada uno se nutre del otro y se asientan en el campo fértil de la invención y de la experimentación, para crear piezas de iluminación y decoración que expone en sus showrooms de Vancouver y de Berlín.

El vidrio, uno de sus materiales favoritos para experimentar

Serie 38

Los temas centrales del trabajo de Omer Arbel incluyen las cualidades intrínsecas mecánicas, físicas y químicas de los materiales y la exploración de la luz como medio. Tan constante actividad, alimentada por una dedicación sin tregua y curada con la calidad como estandarte, ha dado frutos extraordinarios. Por ejemplo: 14, la lámpara colgante que obtuvo reconocimiento instantáneo convirtiéndose en un clásico. 

La 14 ya es un clásico de la iluminación

En su esencia, es una esfera articulada de vidrio fundido con un vacío cilíndrico esmerilado que alberga una lámpara de led o de xenón de bajo voltaje. Disponible en cuatro acabados: claro, gris, ámbar y ámbar ligero, cada colgante es sutil en su presencia y perfecto en su forma. Discreto en lo individual, obtiene una calidad atmosférica y una presencia ineludible cuando se agrupa. Así, es posible elegir entre conjuntos que van desde 3 hasta 50 piezas, pasando por composiciones de 5, 7, 9, 11, 14, 20, 26 y 36 pendants.  

Candelabro ambiental

Es en conjunto, que el 14 desafía el concepto del candelabro tradicional como objeto escultórico central. En cambio, se convierte en un candelabro ambiental que adquiere su poder a través de una estrategia de agrupación y composición. De este modo, 14 llena espacio haciendo que su forma y sus dimensiones sean entendidas de un modo físico directo. “Estoy convencido de que necesitamos señales visuales, auditivas o táctiles de parte de un espacio que no podemos ocupar con nuestros cuerpos para percibirlo realmente”, refiere el arquitecto nacido en Jerusalén hace 44 años.  

Sensibilidad y enfoque espacial

Graduado de la escuela de arquitectura de la Universidad de Waterloo, en Ontario, y tras formarse como aprendiz con el arquitecto catalán Enric Miralles, Omer Arbel ha forjado una práctica única.  Además, estableció una empresa, Bocci (junto a Randy Bishop), que ha ganado enorme reconocimiento por sus piezas de iluminación numeradas en la secuencia cronológica en que fueron diseñadas. De esta educación arquitectónica obtuvo dos elementos que han permeado todo su trabajo de diseño: la sensibilidad y el enfoque espacial. 

“En Bocci, todo nuestro trabajo tener una composición atmosférica que active el espacio de una manera diferente. Nuestras luces permiten proyectarte en un volumen que tu cuerpo no puede ocupar y sentir la gravedad desafiante”, reconoce.

Ganó el prestigioso Red Dot 

Serie 22

Omer Arbel, director creativo de Bocci, el estudio de diseño contemporáneo que inauguró junto con Randy Bishop, también fundó OAO, su estudio de diseño arquitectónico. Con este, ha realizado una serie de proyectos comerciales y de viviendas que le han merecido la nominación al World Architecture Award en tres ocasiones.

El premio que sí le otorgaron fue el Red Dot 2009, por la realización de una serie (colección 22) de accesorios eléctricos destinados a minimizar el impacto visual de los enchufes. También se le distinguió con un If Product Design Award por la 28, la lámpara realizada mediante una técnica innovadora de fabricación que manipula tanto la temperatura como la dirección del flujo de aire hacia el vidrio. De este procedimiento se obtiene una esfera ligeramente distorsionada con un paisaje interior de formas satelitales.

La serie 28 le dio a ganar premios

El Museo Victoria y Alberto.

La 28 es resultado de la exploración del proceso de fabricación. En lugar de diseñar una forma en sí, la intención era diseñar un sistema que produzca forma. De este modo, cada elemento es original y único. La protagónica presencia de la 28 es evidente en la instalación realizada en el Museo Victoria y Alberto, en Londres. Este museo dedicado a las bellas artes y a las artes decorativas alberga en su atrio una gran pieza formada por 280 esferas que caen en cascada más de 30 metros desde el techo abovedado. De este modo, pone de manifiesto el contraste entre la altura monumental, la simetría y la austeridad del atrio del museo, con el color y la incomodidad compositiva de la instalación.

“Al graduarme de la facultad de arquitectura, eché de menos la forma en la que interactuaba con los materiales. No dibujaba, creada modelos, hacía cosas y a partir de ahí, todo crecía”, asegura. Y es esa destreza para elaborar objetos con sus manos que le permite deslizarse fluidamente por el mundo de la escultura, con piezas que se adentran en el terreno de la exploración estética. Junto a Corrine Hunt, diseñó las medallas para los Juegos Olímpicos de Invierno 2010.

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