Como un camino hacia otra dimensión, una inmersión infinita dentro de los átomos de un cristal es la descripción que Matthew McCormick hace de Arras. Es una instalación que fluye como una cascada de geometría y luz. La pieza diseñada a medida para un espacio comercial para eventos situado en Vancouver, fue creada para acentuar el atrio de 30 metros de altura.
Brillo y calidez etérea
Para empezar, Matthew McCormick tuvo que realizar una minuciosa evaluación del espacio. El propósito era asegurarse de que el diseño fuera un complemento directo a las proporciones del edificio. Por otro lado, era importante también mantener un nivel de calidez etérea y brillo que resonara con los visitantes en cualquier nivel del edificio. Para conseguirlo, era fundamental aprovechar el reflejo de un puente aéreo de vidrio revestido ubicado donde se instalaría Arras.
Arreglo tridimensional
“Las filas de geometrías y luz creadas a través de la instalación Arras se asemejan a la estructura cristalina de los átomos, unidos en un arreglo tridimensional”, explicó McCormick. La tecnología utilizada en la elaboración de Arras se consideró desde el inicio del proyecto; incluso desde el diseño.
Tecnología específica
Para crear la instalación Arras, se utilizaron 2175 diodos led programables revestidos en 65 gotas verticales de mangas de latón tejidas. Los diodos ofrecen un número infinito de iteraciones específicas del sitio basadas en las necesidades dimensionales dentro del espacio. La tecnología puede especificarse en longitudes ilimitadas, colores RGBW y configuraciones led.
Diodos led programables
Además, los led poseen la característica de que son programables en función de los requisitos de iluminación ambiental, las necesidades de diseño y la narrativa del espacio en cuestión. Por otro lado, la luz que emiten los diodos se refracta entre las paredes espejadas en el espacio y el brillo del material de la tubería. El efecto general que genera es una manipulación de la escala y la magnitud dentro del propio espacio.
Camino de estrellas
“Me atraen los proyectos que permiten el cruce entre la curiosidad y la expresión creativa. Además la oportunidad de jugar con una interpretación de la escala, la tecnología y mi amor por los fenómenos naturales es mágica. Arras se siente como si estuvieras flotando a través de un camino de estrellas y dentro de ellas al mismo tiempo”, reflexionó Matthew McCormick.
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