La refinada elegancia de las perlas se materializa en la forma precisa de Ama, la colección de lámparas de suspensión que recuerda a las conchas marinas. En su interior, las luminarias de Bomma encierran la fuente de luz en forma de perla. Esta perfecta esfera emite una luz ambiental suave y delicada. Aunque de tamaño considerable, los cuerpos de vidrio se cortan meticulosamente y con precisión.
Bronce, humo y transparente
Cada caparazón de vidrio se produce mediante una técnica especial. En el transcurso de dos días, el vidrio se calienta y se funde en forma gradual en un molde cónico. De forma ovalada, Ama de Bomma alcanza los 63 cm en la parte más larga y 44 cm en la más corta. El difusor del colgante está disponible en acabados bronce, humo y transparente mate.
El mar, la inspiración
Václav Mlynář, director de arte de Bomma, explica que, igual que en la colección Mussels, la inspiración proviene de las misteriosas formas de vida que habitan bajo la superficie del mar. Las lámparas Ama están disponibles en dos variaciones de montaje. Este puede reconfigurarse para determinar si la concha se abrirá o cerrará para evocar los mejillones reales. “De este modo es posible la creación de hermosas combinaciones de conchas abiertas o cerradas para configurar una constelación original”, explica Mlynář.
Mujer de mar
En japonés, el término Ama significa “mujer de mar” y se refiere a las buceadoras japonesas que recolectan mariscos, algas, crustáceos, erizos y, por supuesto, perlas. Ejecutan su tarea con trajes de neopreno, gafas y aletas en la prefectura de Mie. Equipadas apenas con una boya, una red y un largo anzuelo, se sumergen en apnea para capturar sus tesoros. En esas orgullosas buceadoras cuya edad promedio supera los 65 años se inspira la colección Ama de Bomma.
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