Creada para iluminar una habitación entera, Mezzaluna de DCW éditions brinda la posibilidad de crear una variedad de atmósferas mediante el uso de filtros. Además del blanco y negro originales, ahora la lámpara de piso está disponible en acabados rojo, amarillo, azul carbón y cromo.
Indirecta pero potente
Diseñada por Bruno Gecchelin, ganador de dos premios Compasso d’Oro, Mezzaluna nació en 1975 como una lámpara halógena. El éxito de la luminaria fue inmediato. Se trataba de una lámpara con una estética tenue y a la vez atrevida. En forma de media luna, como su nombre sugiere, la pieza proporciona iluminación indirecta, pero potente: 6000 lumen.
Tres temperaturas de color
Ahora, DCW éditions lanza Mezzaluna con fuente de luz led. Además, su luminosidad es regulable y puede establecerse en tres temperaturas de color: 3000K, 2700K y 2300K. La primera proporciona luz blanca fría; la segunda, luminosidad blanca cálida y la tercera, blanca muy cálida.
Aluminio, acero y mármol
Por otro lado, la estética de Mezzaluna de DCW éditions sigue vigente: una pantalla de aluminio en forma de media luna, que puede girar, se fija a una estructura metálica vertical de acero. Esta, a su vez, se posa firme sobre una base redonda de mármol. La altura del eje vertical es regulable, para ajustarse a las necesidades del espacio. Su longitud mínima es de 1.84 m y la máxima de 2.21 m. Su presencia complementa arquitecturas contemporáneas tanto como las clásicas, pues la vigencia de su diseño no ha variado un ápice.
Referente del diseño
Antaño una panacea del sector de la iluminación, la luz halógena fue el principal atractivo de Mezzaluna de DCW éditions cuando se lanzó. Al presentarse por primera vez fue un éxito inmediato y se volvió una referencia del diseño italiano. Bruno Gecchelin, diseñador industrial, trabajó con Ettore Sottsass durante 15 años. A mediados de los 70 fundó su estudio de diseño en Milán colaborando con clientes como Arteluce, Poltrona, Oluce, Venini y Tronconi.
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