En una de las ciudades donde el estilo es básico, LA, la Maison presenta esta histórica muestra donde reúne los mejores trabajos creados ex profeso para la marca por los más reconocidos personajes del mundo de la moda, el diseño y el arte. Piezas extraordinarias e inolvidables que nos permiten conocer ese legado, y la razón de que esta marca sea una de las más importantes del mundo.
Desde 1854, Louis Vuitton ha recorrido un camino sinuoso pero con éxito y siempre asociado al lujo. Cada cliente es especial y así lo muestra este histórico encuentro de objetos que nos permiten asomarnos a ese histórico pasado que sentó bases para construir un estilo extraordinario, único y muy distinguible.
Recién inaugurada a finales de junio, Louis Vuitton X es una exhibición sobre los intercambios creativos de la Maison y sus colaboraciones con artistas a través de la historia. A lo largo de dos pisos y 10 salas, la exposición está conformada por más de 180 artículos de los archivos y escenografía de Louis Vuitton en colaboración con diseñadores como Karl Lagerfeld, Rei Kawakubo, Cindy Sherman y Frank Gehry, además de artistas que incluyen a: Yayoi Kusama, Richard Prince, Zaha Hadid, entre otros.
Asimismo, Louis Vuitton X culmina con la colección Artycapucines, el nuevo y emocionante proyecto de colaboración de la Casa con seis de los principales artistas contemporáneos y quienes reinterpretaron la icónica bolsa Capucines: Sam Falls, Urs Fischer, Nicholas Hlobo, Alex Israel, Tschabalala Self y Jonas Wood. Nombrada en honor a la calle donde Louis Vuitton abriera su primera tienda, todos los artistas han transformado las reconocidas bolsas, al combinar su talento e imaginación con el savoir faire artesanal incomparable de los talleres de Louis Vuitton, para crear obras originales en ediciones limitadas.
Historia del lujo per se
A lo largo de las dos plantas del icónico edificio en 468 North Rodeo Drive en Beverly Hills, Louis Vuitton X también reúne una colección notable de baúles creados como órdenes especiales que datan de principios del siglo XX; hermosas botellas de perfume estilo Art Decó y escaparates encargados y diseñados por el nieto de LV, Gaston-Louis; además de las bolsas icónicas del Monograma, intervenidos por celebres artistas y diseñadores.
Sin duda, visitar esta magnífica muestra significa vivir muy de cerca una experiencia vasta y atractiva. También, explorar y reconocer ese diálogo constante que una marca tan importante en el mundo del diseño en general, como Louis Vuitton, sostiene entre la historia y la tradición, pero nunca deteniéndose ante los retos de la modernidad y conservando siempre el espíritu del savoir-faire que le ha acompañado desde el primer objeto que se diseñara en sus talleres.
