Como las gotas de agua que fluyen imparables, Mizu de Terzani provee luz fluida. Y como las gotas de agua que no hay dos iguales, las luminarias Mizu tampoco son idénticas. Gracias a la técnica de trabajo del vidrio, cada pieza de iluminación adquiere su forma única. Es entonces que nace el encanto peculiar de esta lámpara de suspensión de material finísimo.
Luz refractada
Creada por Nicolas Terzani, la colección Mizu está inspirada en la tranquilidad y fascinantes reflejos del agua que fluye. Hechas meticulosamente a mano por expertos maestros vidrieros con el cristal más claro, cada gota emula la refracción de la luz en el agua. Gracias a esta cualidad genera sorprendentes patrones en la superficie de la habitación donde se coloque. Es como un vaivén que despierta una agradable sensación de calma.
Sola o en grupo
Disponible en acabados transparente, plata, oro, coñac y champán, Mizu puede instalarse en solitario para brillar al máximo. Sin embargo, agrupada a distintas alturas crea un efecto impactante. Incluso, puede elegirse la instalación con doseles en forma de círculo, cuadrado o rectángulo.
En hélice o cascada
La versatilidad que posee Mizu de Terzani para adaptarse a los espacios permite colocarla según las necesidades de iluminación. Por tanto, puede instalarse en un cubo de escalera de doble altura, en forma de hélice, cascada o lluvia. También es posible colocarla a distintas alturas al azar, para generar un efecto informal y juguetón en el ambiente.
Fuente de luz variada
Por otro lado, gracias a la facilidad de su instalación, la luminaria puede ir en cualquier espacio; basta con que sea alto para que la luz se vea en su máximo esplendor y desempeño. Los techos altos son la mejor opción porque algunas piezas alcanzan hasta los 2.50 m de longitud y la mínima es de 1.90 m. La fuente de luz de Mizu de Terzani es variada: led, led integrado y halógena cuando es de 230 V. La de 120 V integra G4 xenón y G4 led.