Ahora en acabado chalk o tiza, Tala presenta una extensión de la gama de lámparas Alumina. Esta colección de luminarias de suspensión se caracteriza porque se forma a partir de un cilindro sólido de aluminio ligero. La forma audaz y el sutil acabado en blanco polvoso lo hacen ideales para una variedad de aplicaciones en interiores.
Punto focal
Ya sea en espacios mínimos o en ambientes de mayores dimensiones con esquemas de colores llamativos, Alumina de Tala se convierte en el punto focal. Su recubrimiento de polvo blanco tiza texturizado favorece una luminosidad suave y un tanto difusa. Además, el cuello del difusor queda oculto, por lo que da una apariencia de líneas limpias.
Con Sphere V
Alumina de Tala se presenta emparejada con la bombilla Sphere V, de redondez casi perfecta, para dar un acento peculiar en el ambiente. En espacios domésticos, Alumina Single Pendant proporciona un detalle especial pero discreto. Destaca sobre una mesa de comedor, sobre todo si se coloca en formación lineal.
Cascada de luz
Por otra parte, Alumina Triple Pendant es una adición elegante y minimalista a cualquier interior. Además, las piezas se sujetan a un dosel de techo circular que refleja su acabado texturizado blanco tiza. Finalmente, la espectacular Alumina Nine Pendant está diseñada para transformar los espacios interiores con una cascada de luz, que ocupa el espacio con claridad y distinción.
Esferas flotantes
“Combinamos una textura calcárea suave con una geometría limpia para resaltar la delicada relación entre la bombilla y el colgante”, expresó Daniel Carpenter, diseñador senior de Tala. Complementada por el cordón trenzado moteado gris y blanco, la combinación de colores aporta ligereza a las esferas flotantes suspendidas.
Inspirada en la Ciudad Blanca
El acabado blanco tiza de la lámpara de suspensión de Tala, así como sus formas suaves y redondeadas son un guiño a las formas simples y decididas de la Bauhaus. Se inspira, particularmente, en la Ciudad Blanca de Tel Aviv. Este es un conjunto de más de 4000 edificios residenciales construidos con el estilo Bauhaus por arquitectos judíos que huyeron de la persecución nazi y se instalaron en Israel. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destaca su arquitectura simple adaptada al clima desértico de la zona.