Inspirada en el más fino cristal de Murano utilizado por los perfumistas de antaño para crear sus difusores, Tooy lanzó Legier. Su forma recuerda a la vinagrera esférica que suele utilizarse como decoración en cualquier lugar de una casa. En apariencia frágil, es muy robusta y funcional. Así son las Legier también. La colección se compone de luminarias decorativas de elegancia tradicional que se adaptan a distintos ambientes.
En cualquier superficie
Diseñada por Corrado Dotti, las Legier se caracterizan por su forma esférica elegante y robusta. Además, son duraderas y funcionales a la vez, y pueden colocarse en cualquier superficie porque incluye versiones de suelo, mesa, techo, muro y suspensión. Incluso, mantienen su refinamiento la de suspensión individual, como la versión candelabro. Esta puede elegirse de cuatro, seis o más elementos.
Clase y sofisticación
La versatilidad de su diseño permite que puedan combinar con cualquier ambiente. Además, aportan clase y sofisticación tanto a espacios sobrios, como a los más suntuosos. La colección de lámparas Legier de Tooy emite una luminosidad directa que puede adaptarse a interiores para hacerlos más o menos íntimos, ya que incluye atenuador integrado en el cable.
Ahumado o blanco opalino
Por otro lado, la luminosidad puede volverse más difusa si se elige el difusor en blanco opalino y más clara si es ahumado. En cambio, las conexiones pueden seleccionarse en combinaciones de negro con gris claro, negro y latón cepillado, y negro y cobre.
Punto focal
En cuanto a la forma del difusor, existen dos modelos: más alto (30 cm) y de menor diámetro (25 cm) o de mayor diámetro (35 cm) y menos altura (26 cm). Una combinación de ambos colgantes Tooy en el cubo de la escalera crea un punto focal instantáneo. Incluso, colocados en línea sobre una mesa de comedor aporta luminosidad sin obstruir la vista. Por sus dimensiones discretas, la lámpara de mesa se integra sin dificultad en un estante, en una mesa auxiliar en la sala o sobre el buró.
